Trigo/soja: el 40% de su valor bruto de exportación será para pagar impuestos

El peso de los impuestos en un campo agrícola de la zona núcleo, sea propio o alquilado, es cada vez más alto. El Estado se quedaría en el ciclo 2020/2021 con casi el 40% del valor bruto de exportación de cada hectárea de trigo-soja.

Los datos surgen de un informe elaborado por la Bolsa de Comercio de Rosario. En un análisis, la entidad detalló los posibles márgenes brutos y netos que surgirían del cultivo combinado trigo-soja 2da. en la región núcleo para la nueva campaña 2020/2021.

El cálculo está hecho sobre un productor que está pensando en cultivar 100 hectáreas a 150 kilómetros de distancia de los puertos y/o fábricas del Gran Rosario y con un rinde aproximado de 40 quintales por hectárea de soja y 30 quintales por hectárea de trigo.

«Si valuamos la producción que generaría ese campo de 100 hectáreas de la zona núcleo utilizando el precio FOB de exportación del trigo y la soja, cada hectárea generaría cerca de US$1762 de divisas genuinas», describe el informe.

«A nivel tributario, ese campo pagaría 419 dólares en concepto de retenciones y un total de 658 dólares por hectárea, computando todos los tributos (DEX, impuesto a las ganancias, bienes personales -desde el último cambio normativo en diciembre de 2019 son 57 dólares por hectárea-, inmobiliario rural, etc). De esta forma lo pagado en diversos tributos representa el 37% del valor bruto de exportación que genera ese campo, una cifra elevada», añade.

Todo esto sin contar el resto de los impuestos que paga indirectamente en la compra de insumos, contratación de servicios, etc. No se computan, además, los tributos que pagan el resto de los actores de la cadena: contratistas, vendedores de insumos, corredores y acopiadores.

En el informe se observa que el productor en campo propio (margen neto) obtiene 284 dólares por hectárea, contra los 658 dólares por hectárea que percibe el Estado en concepto de impuestos, tasas y contribuciones.

«Hay una fuerte incidencia de los insumos en el costo directo de explotación (US$347/hectárea, que representa cerca del 45% del costo total sin computar impuestos)», remarca.

En campo alquilado, el documento muestra un margen neto de US$115/hectárea, con un costo de arrendamiento de 16 quintales fijos por hectárea. El estudio delinea que un productor arrendatario de la región núcleo, luego de pagar todos los impuestos lograría apenas un 9% del total de los ingresos brutos que percibe por la venta de su producción (rinde por precio de venta estimado de la mercadería).

«Comparar esos 115 dólares por hectárea con los 621 dólares por hectárea que este campo tributa por impuestos, tasas y contribuciones, es elocuente por la baja rentabilidad relativa para quienes arriendan campos», concluye el documento.

Fuente: La Nación Campo