Tendencia bajista: el nerviosismo económico dejó nuevas pérdidas para soja, trigo y maíz

En el mercado de Chicago sigue la tendencia bajista, con pérdidas para la soja, el maíz y el trigo. Los operadores siguen evaluando las cosechas en el hemisferio norte y sur.

El trigo (-0,05% a US$ 385) cerró con pérdidas que se vieron limitadas por las expectativas de una fuerte caída en la producción del cereal de Ucrania tras la incógnita del cese de la invasión Rusia. La Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) citó también que los Emiratos Árabes Unidos (EAU) ordenaron una suspensión de cuatro meses en las exportaciones y reexportaciones de trigo y harina de trigo originarias de India, el segundo mayor productor mundial del grano, lo que incentivó las bajas.

Por último, un período cálido y seco en el centro de los Estados Unidos ha ejercido cierta presión bajista sobre los precios, ya que podría acelerar la cosecha de trigo de invierno y ayudar a desarrollar los cultivos de primavera después de un comienzo frío y húmedo.

El maíz mostró mayor volatilidad entre las distintas posiciones futuras: «En parte por ventas técnicas y en parte porque los operadores monitorearon las reuniones de política después de que el nerviosismo económico se extendió por los mercados», explicó la BCR. Los futuros de granos también están luchando con perspectivas inciertas para las exportaciones de Ucrania a medida que continúa la guerra con Rusia, lo que sigue generando incertidumbre en los precios.

La soja (US$ 623) también terminó la jornada con bajas que se vieron reflejadas a lo largo de la rueda, y esto se explica por una toma de ganancias desde que alcanzó un pico casi récord la semana pasada, con el apoyo de una fuerte demanda de exportación. A su vez, Brasil aumentó la producción de harina de soja, lo que condicionó las pérdidas.

Por último, en sus primeras calificaciones de Condición de Cultivos de 2022 para el poroto, los lotes de soja se encontraron en un 70% en condición Buena + Excelente, en línea con las expectativas comerciales. «Esto acompañó las bajas, torciendo cada vez más los pronósticos que avizoraban mayores caídas en la producción de soja estadounidense», remarcó la BCR.