Soja: ensayos revelan un retorno de US$ 27,9 por cada dólar invertido en coinoculación

Un estudio de la Estación Experimental Agropecuaria Pergaminoa del INTA (AER 9 de Julio) destaca que la inoculación en soja es una práctica imprescindible para poder potenciar el rendimiento del cultivo.

La soja se puede decir que es nitrógeno dependiente, en otras palabras, a mayor cantidad de nitrógeno que incorpore en su biomasa, existe una alta posibilidad de alcanzar más rendimiento. Recordemos que la soja, con un contenido de proteína que se ubica a nivel país entre 36 y 37 %, y con rendimientos promedios de 3.100 kg/ha, estaría necesitando solamente para la formación de esos granos, incorporar más de 180 kg/ha de nitrógeno.

Bajo este marco, durante la campaña 19/20 la Agencia INTA 9 de Julio realizó una experiencia en soja para evaluar cuál era el aporte que podrían hacer otros microorganismos al sistema productivo, cuando los mismos son asociados al Bradyrhizobium japónicum.

La experiencia consistió en cotejar 4 tratamientos:

-No inoculado
-Inoculado con Brayrhizobium japónicum
-Inoculado con Bradyrhizobium japónicum, Azospirillum spp y Pseudomonas spp.
-Inoculado con Bradyrhizobium japónicum y Bacillus spp.
«Todos los tratamientos rindieron más que el testigo». Los mejores resultados considerando esto fueron los tratamientos 3 y 4. En el cuadro 1 se observan las diferencias en kg/ha y porcentuales de cada tratamiento respecto al testigo.

El Ing. Agr. M.Sc. Luis Ventimiglia (INTA Pergamino) destaca que ese es el rendimiento promedio a nivel país, pero hay lotes y productores, que pueden duplicar ese rendimiento. En consecuencia, para 6.000 kg/ha de soja con el mismo nivel de proteína en grano, el cultivo tiene que captar solamente para granos 355 kg/ha de nitrógeno.

A ese valor habría que sumarle el contenido de nitrógeno en hojas, tallos, cascara, raíces, etc. y el valor se verá sumamente aumentado.

Por otro lado están las eficiencias, se sabe claramente que no hay ningún sistema que tenga una eficiencia del 100 %, por ejemplo si se incorporan 10 kg, la disponibilidad en el suelo debería ser mucho más alta de 10 kg.

En fin: «No cabe duda, que son cantidades de nitrógeno sumamente altas y que los suelos de nuestra región difícilmente puedan aportar por si solos dichas cantidades», destaca Ventimiglia.

Inoculación en soja

Entonces: ¿En qué se sustenta la soja para poder incorporar tan altas cantidades de nitrógeno a su estructura productivista?, y es mediante la asociación virtuosa con microorganismos.

«Es imprescindible inocular todos los años, por más que un suelo disponga de un gran número de ciclos de soja», se desprende del trabajo. El clima es muy cambiante, y los microorganismos están expuestos a múltiples factores que atentan contra su supervivencia: por ejemplo sequías, excesos hídricos, radiación solar, otros competidores, productos de distinta índole que el suelo recibe, etc.

Todo esto hace que exista un equilibrio, pero que en algunos años vaya más para un lado y en otros para otro: «El ser humano trabaja incansablemente en busca de mejorar la fijación biológica de nitrógeno, con la selección de nuevas cepas, con productos que actúan como protectores, con métodos de inoculación, etc».

El tratamiento 2, que simboliza a una inoculación clásica, logró un aumento de rendimiento cercano a los 200 kg/ha, algo normal para lo reportado por la bibliografía, cuando se trabaja en un lote con muchos años de soja y con inoculaciones previas. Ahora bien, cuando el Bradyrhizobium fue acompañado con otros microorganismos, como es el caso de los tratamientos 3 y 4, el rendimiento crece sustancialmente, representado aumentos entre el 10 y el 11,6 %.

«Este trabajo demuestra lo conseguido en otras experiencias y es que la coinoculación siempre presenta un efecto aditivo sobre el rendimiento final», añaden desde el INTA.

Por otro lado, considerando que el costo del tratamiento involucra solamente al producto extra aportado, dado que el proceso de inocular la semilla se debe realizar igualmente, de esta manera el retorno que presentan los tratamientos coinoculados son sumamente atractivo para el productor agropecuario.

A tal efecto, la Lic. Econ Agra. Lisandro Torrens Baudrix.(INTA) presenta en el cuadro 2 un análisis parcial de la técnica empleada.

Referencias

Costo extra: Precio del producto al público para cubrir 80 kg de semilla, no contempla la aplicación.

Ingreso extra: Es la diferencia de rendimiento de cada tratamiento respecto al testigo. En tanto que en valor económico es la valoración del rendimiento extra por el precio libre de gastos de la soja (268 u$s/t).

Margen de la práctica: es la diferencia entre el ingreso extra y el costo extra

«Los beneficios que se logaran con la coinoculación son sumamente importante». En el caso del tratamiento 3 obtiene un retorno de 19,7 u$s por cada dólar invertido, en tanto que, el tratamiento 4 logra 27,9 u$s por cada dólar invertido.

De cara al futuro, «se presume que la aplicación de productos biológicos en los sistemas intensivos aumentará notablemente. Debe quedar claro que para poder obtener los beneficios que los productos biológicos pueden brindar, se le debe dar a estos un cuidadoso trato en todo momento», concluyen.

Fuente: Agrofy News