En Estados Unidos, el maíz le ganará la pulseada a la soja

En el condado de Dekalb (Estado de Illinois), los suelos que hoy están dominados por el frío y la nieve recibirán, a partir del 15 de abril, la próxima siembra de maíz y soja en Estados Unidos.

En esta zona, próxima a Chicago y donde la hectárea tiene un valor de 18 mil dólares, los 870 productores que la integran ya tienen tomada la decisión: van a hacer más maíz que soja, porque los números del cereal son más rentables.

Con un costo que ronda los 1.400 dólares por hectárea (incluye alquiler de 500 dólares), el maíz aporta un rendimiento de 120 quintales por hectárea.

La soja, con una inversión por hectárea de 1.200 dólares, tiene una productividad que alcanza a 35 quintales promedio.

Bajo esas condiciones, la rotación incluye 65 por ciento del área con maíz y 35 por ciento con soja.

“Además de que los farmers aman al maíz, en esta zona es mucho más seguro que la soja, a pesar de que ambos tienen alto costo de producción y baja rentabilidad”, contó Dave Myers, asesor agrónomo de la cooperativa CHS, durante la visita de un grupo de periodistas argentinos, invitados por la empresa Syngenta, de la que participó Agrovoz.

En la campaña pasada, de las 150 mil hectáreas que se cultivan en este condado, alrededor de 30 mil que se iban a destinar a maíz no se pudieron implantar debido a la falta de piso, como consecuencia de las inundaciones.

“Los productores que no pudieron sembrar devolvieron los insumos para la próxima campaña y el Gobierno les pagó el subsidio correspondiente. De lo contrario, saldrían del negocio”, destacó Myers, como botón de muestra del sostén del Estado en esta parte del corn belt.

Valor agregado

En algunos campos de la zona, el trigo está presente en la rotación y espera que se vaya el invierno para desarrollarse.

Sembrado en octubre, antes de las primeras nevadas, el cereal aguarda el clima más templado para aportar cobertura antes de darle paso a los cultivos gruesos.

“En esta zona es muy poco lo que se hace en siembra directa, el 85 por ciento es siembra convencional, debido al manejo que hay que hacer del perfil”, explicó Dave Kleckner, gerente de operaciones de la cooperativa. Aparte de prestar servicios agrícolas, la asociación también distribuye insumos, entre ellos, los híbridos y la soja de la marca NK.

Precisamente, la planta de etanol que tiene esa entidad es una de las dos que existen en el Estado de Illinois y que recibe maíz con la biotecnología Enogen, propiedad de NK, cuyo gen le aporta más productividad a la producción del combustible renovable.

Éxodo

Al igual que en la Argentina, el agro estadounidense también siente los efectos de una tendencia consolidada: hay cada vez menos población rural.

“En mi caso, yo trabajo en la cooperativa y mi hermano está a cargo del campo. Pero no tiene hijos, por lo tanto, cuando nos jubilemos, vamos a tener que alquilar esa superficie”, se sinceró Myers.

En el condado de Dekalb, el 60 por ciento de la superficie agrícola es arrendada, lo que refleja que la cantidad de productores viene decreciendo con el paso del tiempo. Según comentó Mike Friedlund, representante técnico de Syngenta en esta jurisdicción, la gente ya no quiere vivir en el campo, por lo que está creciendo la concentración. En este contexto, se estima que, de los que arriendan tierra, el 50 por ciento son grandes empresas.

Fuente: Agrovoz