El contundente factor por el cual se recupera la confianza de los productores

Luego del piso histórico de junio pasado, la confianza de los productores se está recuperando. Si bien aún muestra valores inferiores a 100, que indica que las respuestas negativas superan a las positivas, parecería haberse iniciado un proceso de recuperación de la confianza.

El dato fue reflejado por el Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral luego de realizar encuestas a 400 productores cuyo valor bruto de producción es igual o mayor a US$200.000 y donde por primera vez desde junio de 2020 el Índice de Expectativas Futuras supera en valor al Índice de Condiciones Presentes.

«Sin duda la recuperación e importante alza de los precios internacionales de la soja, maíz y trigo, con su correlato en los precios locales, resultan un factor importante en el cambio de expectativas de los productores, a pesar de las preocupaciones por el factor climático», explica el informe.

El clima se ha convertido en un actor importante en esta etapa del año. En el relevamiento de noviembre, un 70% de los productores perciben el año como muy seco/algo seco, con valores similares a los del mes de septiembre. Solamente un 30% manifiestan tener condiciones normales de humedad.

«Esta situación climática se traduce en las expectativas de menores rindes en todos los cultivos. En trigo, donde la cosecha está avanzando y las posibilidades de recuperación son muy bajas, el 63% de los productores esperan tener menores rindes. Para los cultivos de verano que se están sembrando, predomina también la expectativa de obtener rindes menores tanto en soja (59%) como en maíz (56%)», precisó.

En cuanto a los márgenes económicos, debido al incremento en los precios internacionales y locales, la ecuación se revierte: «Un 41% de los productores en soja y un 35% de los productores en maíz estiman tener márgenes mejores o mucho mejores. En trigo la situación se muestra algo diferente, en tanto 41% de los productores ve expectativas de márgenes peores o mucho peores».

En el Índice de Condiciones Presentes, que incluye la situación financiera actual comparada con un año atrás y la oportunidad para realizar inversiones en activos fijos, alcanza los 76 puntos, un 2,7% superior a la medición previa, pero un 18,7% superior al de un año atrás.

Y en cuanto al Índice de Expectativas Futuras, que incluye percepciones acerca del futuro de la explotación agropecuaria y del sector agropecuario en general, en horizontes de tiempo de uno y cinco años, «las expectativas a futuro mejoran aproximadamente un 23% respecto de la última medición y también se observa una mejora similar con respecto a los valores de noviembre 2019».

Por otra parte, la decisión del Gobierno de promover una baja temporal en las retenciones a las exportaciones de harina y aceite parece haber estado lejos de obtener los resultados esperados, «ya que un 64% de los productores manifestaron que las mismas no tuvieron impacto en sus decisiones, un 27% de los productores vendieron menos de lo previsto y solo un 9% aumentaron sus ventas como resultado de estas medidas».

Las perspectivas de la ganadería son muy buenas, de acuerdo a lo que los productores expresan sobre la cría, recría y engorde, pero la situación cambia en lo que respecta a engorde a corral.

«La cría, recría y engorde a pasto muestran perspectivas de rentabilidad muy promisorias, entre buena y muy buena, mayor a 90% en todos los casos. Este panorama se revierte para los feedlots, donde solamente un 27% tiene buenas expectativas para el 2021, y más del 70% de los productores prevén un año regular o malo. La baja rentabilidad esperada en el engorde a corral se debe principalmente a la mala relación de precios novillo gordo/ ternero (que se acentúa en los meses octubre / noviembre) y también en la muy mala relación de precios kilo de novillo / kilo de maíz, resultado de un retraso en precio de la hacienda gorda y una fuerte suba en el precio del maíz», dice el estudio.

El informe está conformado por las diferentes respuestas de los productores que tienen que ver con su realidad económica agropecuaria. Los valores por encima de 100 expresan que las percepciones positivas superan a las negativas. En tanto, por debajo de 100 significan que las percepciones negativas son superiores a las positivas.

Fuente: La Nación Campo