Córdoba y Santa Fe avalan: Apoyo de gobernadores a una ley que distinga la maquinaria agrícola nacional de la importada

Muchos fabricantes argentinos de maquinaria agrícola anhelan conseguir el aval político para impulsar en el Congreso una ley que diferencie la producción nacional de la importada. Esto permitiría luego establecer quienes serán los beneficiarios de ciertas políticas públicas, como el recupero del IVA para bienes de capital o el acceso a créditos con tasas subsidiadas.

En busca de adhesiones, la Provincia de Santa Fe ya había dado su aval a la iniciativa, en una reunión realizada en diciembre pasado con el ministro de Producción, Daniel Costamagna. El dato de esta semana fue que el propio gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, junto a su ministro de Industria, Eduardo Accastello, participaron de un encuentro con representantes de Cafma y también prometieron su aval.

El proyecto de ley surge desde las entrañas de la Cámara Argentina de Fabricantes de Maquinaria Agrícola (Cafma) y de las tres cámaras provinciales que la componen: Afamac en Córdoba, Asima en Santa Fe y Magriba en provincia de Buenos Aires. Son las tres provincias con presencia de fabricantes.

En este periplo para instalar su proyecto, ahora sólo resta concretar una reunión con el equipo de trabajo del gobernador bonaerense, Axel Kicillof. Esto permitiría tener una suficiente masa crítica de legisladores de las tres provincias involucradas en el grueso de fabricación de maquinaria agrícola nacional, para que el proyecto ingrese a la Cámara de Diputados y pueda ser tratado.

El proyecto de ley busca el fomento de la producción local, la sustitución de importaciones y la generación de nuevos empleos. “Brasil tiene ley de maquinaria agrícola y en otros países, aunque no tengan legislación, sí tienen bien regulada la identificación de lo nacional de lo importado. Acá en cambio se les da créditos a todos”, dijo a Bichos de Campo Néstor Cestari, presidente de Cafma.

El fabricante de las tolvas Cestari aclaró que “no queremos prohibir el ingreso de maquinaria importada porque muchas veces se suele pensar que los fabricantes nacionales queremos pescar en una pecera, teniendo cautivos a los productores para que estos sí o sí tengan que comprar maquinaria nacional”.

“Queremos una ley que diferencie lo nacional de lo importado. No hay que generar proteccionismo pero sí diferenciar y preservar a la industria nacional, porque no es lo mismo producir que armar en el país. Todo lo que se arma acá viene de otros países con otros costos de producción, impositivos y de materias primas, y con otras legislaciones laborales”, resaltó Cestari.

El empresario aclaró que “esto no significa que lo tenga que pagar el consumidor, pero que por lo menos tengamos la diferenciación por fabricar acá, porque no es lo mismo ensamblar una maquina que requiere 6 o 7 personas que armar una sembradora para lo cual precisás de 60 a 80 personas”.

“Los verdaderos competidores no son los que tenemos dentro del país, son los que vienen desde afuera”, sentenció, y reforzó la necesidad de mantener la alineación y unión de intereses entre las tres cámaras provinciales que integran Cafma.

“No es la idea que quieran sacarse ventaja una de la otra porque si estamos juntos nos van a escuchar, pero si estamos separados como hemos estado mucho tiempo, nos van a conformar y nos darán diferentes cosas a cada una”, puntualizó.

Aparte de poder conseguir la ley nacional de maquinaria agrícola, Cestari hizo hincapié en que “el sector necesita buenos créditos para mejorar infraestructura, procesos y tecnología de las maquinas; como somos exportadores, de hecho cerca del 20% de las empresas asociadas a Cafma exporta, nunca hablo de prohibir porque nosotros también importamos”.

El presidente de Cafma expresó que son necesarios los convenios con el Banco Nación y con el Banco de Inversión y Comercio Exterior (BICE) para hacer a su vez convenios con bancos del exterior, aunque reconoció que están tratando de llevarlo adelante con Cancillería y que al momento tuvieron una buena respuesta.

“En Brasil por ejemplo, si no fabricás el 60% del producto allí no obtenés el Finame que es el principal programa de financiamiento de máquinas y equipos de ese país. Al no tener un crédito económico se hace difícil que la gente compre nuestro producto cuando vamos a vender a Brasil, por eso queremos que cuando vengan productos desde ese país se les de el mismo tratamiento que cuando salimos”, explicó Cestari.

La aclaración fue porque para ir a Brasil, una firma argentina de maquinaria debe integrar 60% en ese país, comprando componentes brasileros para la maquina, y un 40% importado que podría venir de Argentina. “Si tomáramos un sistema espejo haciendo el mismo tratamiento con ellos cuando vienen acá, pienso que sería más justo”, referenció.

Cestari recordó que supo haber unas 27 fábricas de cosechadoras nacionales y que que hoy queda sólo una en pie, y en tractores sólo la firma Pauny. Advirtió que “lo mismo nos puede llegar a pasar con las pulverizadoras”, por lo cual es necesario un punto de referencia nacional para que haya control en los precios.

“Cada cual tiene el derecho de comprar nacional o importado, pero piensen que si el producto nacional no está en oferta seguramente tres o cuatro multinacionales terminarán imponiendo el precio. Si hay control de precios es gracias a que tenemos fabricación nacional. El día que dejemos de tenerlo, los argentinos pagaremos las cosas mucho más de lo que ya las estamos pagando”, concluyó.

De acuerdo a datos de la Cafma, el 2020 fue un año bueno en términos de crecimiento de producción nacional; muchos vendieron hasta 60% más porque tomaron las ventas de ahora a 6 meses en adelante, algo que hacía muchos años que no se daba. Antes no había atrasos en las entregas y hoy son de hasta cinco meses.

Fuente: Bichos de Campo